
La Historia de «La Bikina» para Mariachis en Valencia
Mariachi «Sol del Mediterráneo» te presenta la historia de «La Bikina».

Letra:
Solitaria camina la bikina
La gente se pone a murmurar
Dicen que tiene una pena
Dicen que tiene una pena que la hace llorar
Altanera, preciosa, y orgullosa
No permite la quieran consolar
Pasa luciendo su real majestad
Pasa, camina, los mira sin verlos jamás
(La bikina) Tiene pena y dolor
(La bikina) No conoce el amor
Altanera, preciosa y orgullosa
No permite la quieran consolar
Dicen que alguien ya vino y se fue
Dicen que pasa las noches llorando por él
(La bikina) Tiene pena y dolor
(La bikina) No conoce el amor
Altanera, preciosa y orgullosa
No permite la quieran consolar
Dicen que alguien ya vino y se fue
Dicen que pasa las noches llorando por él

La historia de «La Bikina» para Mariachis en Valencia.
Muchos conocemos la canción, lo que yo no conocía es que está inspirada en una leyenda de una época convulsa de la historia mexicana, que tiene su origen en el Estado de Jalisco, a inicios del siglo XX, durante el enfrentamiento del gobierno y los Cristeros, movimiento armado que combatió la política laica del presidente Plutarco Calles.
Cuenta la leyenda que una noche tormentosa, un lucero chocó con la cima de un monte. Un campesino indígena divisó la luz y se dirigió al lugar y encontró a una recién nacida abandonada. Compasivo, la recogió y la llevó a su humilde morada donde su mujer, que acababa de ser madre, la cuidó y amamantó.
Pasó el tiempo pero a pesar del cariño que le tenían, temerosos de ser acusados de robo de la criatura, confiaron a la pequeña a un sacerdote, que a su vez la entregó a las monjas de un convento carmelita.
La niña fue cuidada con esmero y se convirtió en una bella joven y vivía en paz hasta que un día estallaron los problemas del Estado con la iglesia – en 1925 el presidente Calles inició la persecución de los cristeros por todo el país y especialmente en Jalisco donde este movimiento había cobrado mayor fuerza – llegaron a perturbar la paz del convento.
Un pelotón del ejército llegó al convento, derrumbó la puerta con furia y destruyó todo lo que encontraba en su camino. En medio de la violencia la madre superiora fue asesinada delante de las monjas cuando trataba de impedirles el paso.
La niña resulto el blanco de los abusos de los hombres hasta que uno la tomó en vilo y la sacó del lugar: era el capitán Humberto Ruiz. Estuvo inconsciente durante días, pero contó con los cuidados y la ternura del capitán, que atento y servicial se limitó a curarla respetuosamente .
Sin embargo, poco después, capitán desapareció. La muchacha vagó triste y sin habla por pueblos y aldeas, trabajó en tareas domésticas, no sonreía y no dejaba que ningún hombre se acercara a ella.
Pasado un tiempo, quiso el destino que se encontrara frente a ella el capitán Ruíz. La joven lo reconoció, le sonrió, no necesito decirle nada y aceptó caminar para siempre a su lado. Vivieron una noche de amor y al amanecer la muchacha lo abandonó, subió a la montaña y se perdió en el firmamento.
La historia inspiró a la gente del lugar que empezó a llamarla La Bikina. Leyenda que en 1964 fue convertida en canción por el compositor mexicano Rubén Fuentes.
La Bikina es un joropo oriental venezolano, era el tema musical de la telenovela «Leonela» que se transmitió en 1976 en Venezuela y México, interpretada por el cantante Gualberto Ibarreto.
Clic aquí para ver el vídeo de «La Bikina», versión de Gualberto Ibarreto

Rubén Fuentes Gassón.
(Ciudad Guzmán, Jalisco, 15 de febrero de 1926), conocido como Rubén Fuentes, es un violinista clásico y compositor mexicano, que es mejor conocido por contribuciones a la música de mariachi. Sus aportes a los géneros del bolero ranchero, bolero moruno y canciones románticas, tanto rancheras como boleros, además de la creación del Mariachi sinfónico, fueron un significativo aporte a la internacionalización de la música mexicana en el mundo.
Clic aquí para ver el Vídeo Oficial de Warner «La Bikina», versión de Luis Miguel